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miércoles, 9 de septiembre de 2009

RICARDO CANESE - LA RECUPERACIÓN DE LA SOBERANÍA HIDROELÉCTRICA DEL PARAGUAY

OBRA: LA RECUPERACIÓN DE LA SOBERANÍA HIDROELÉCTRICA DEL PARAGUAY.
EN EL MARCO DE POLÍTICAS DE ESTADO DE ENERGÍA.
Autor: RICARDO CANESE
Es una publicación de CINERGIAS
(Centro de Investigación de Energía, Ambiente y Sociedad)
Editorial “EL OMBLIGO DEL MUNDO”,
Asunción-Paraguay 2009 – 148 páginas
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PRÓLOGO
** Este libro no tiene palabras de más, no tiene ideas demás. Es - entre muchos temas abordados- un compendio político de la política de entreguismo de los gobiernos que, incluyendo al de Stroessner, se sucedieron desde entonces. Ricardo Canese lo dice sin tapujos: "nuestras élites gubernamentales canjean en forma perversa la soberanía hidroeléctrica nacional a cambio de negociados y apoyos políticos suministrados por las élites dominantes de nuestros vecinos más poderosos". Como principal riqueza nacional es la principal fuente de enriquecimiento de los políticos corruptos.
** El primer capítulo resume en pocas páginas, todo lo que un lector, especializado o no, haya podido leer durante un buen tiempo sobre un porvenir documentadamente anunciado acerca del fin de la era del petróleo. Aunque no es solamente eso. Tiene hasta tina utilidad didáctica, es una verdadera historia de la energía en el mundo. Resumida, concreta, hasta se podría decir de lectura amena y coloquial, agradable si no fuera por el final poco feliz que nos aguarda.
** Echa por tierra las frívolas disquisiciones sobre las fuentes de energías alternativas y va directamente al grano: el modelo civilizatorio que ha construido el capitalismo central es inviable a corto plazo (en plazos históricos) por su patrón de consumo energético. El problema no es que falte o vaya a faltar energía, el problema es la sociedad de consumo. Este patrón de consumo desperdicia energía hasta tal punto, que en pocos años más, 15 quizás 20, sólo tendrán acceso a la energía los que puedan pagarla a precios que -con suerte- sólo un 15% o 20% de la humanidad podrá hacerlo. No es difícil imaginar como el restante 80% irá a vivir.
** De las fuentes alternativas de energía, la única de relevancia para el país es la de los biocombustibles. No porque vaya a solucionar el problema energético mundial, sino porque en algunos años puede sustituir la importación de hidrocarburos y puede dejar un remanente para la exportación. Canese se cuida muy bien de no incluir a la soja (1) como fuente de biodiesel, aunque sí al mbokaja y a las grasas animales que hoy se desperdician como materias primas principales. El etanol extraído de la caña de azúcar sería también rentable, aunque -como sabemos- el monocultivo de caña de azúcar es igualmente pernicioso para el país, como el de la soja.
** En el segundo capítulo del libro, el autor hace un repaso sucinto de la situación energética de los países de la subregión, del MERCOSUR, y llega a una conclusión del máximo interés para nuestro país; sólo Bolivia y Paraguay (y más al norte Venezuela) tienen un saldo energético neto positivo, lo que los convierte en potencialmente privilegiados para entablar negociaciones favorables para los intereses nacionales. Se remarca, una y varias veces, que Bolivia ya empezó a hacerlo y que nosotros (bueno, los que nos gobiernan) somos -como siempre- los "olvidadizos" en materia de defensa de soberanía. Canese encuentra que esto es inexcusable. Se trata simplemente de una claudicación política, explicable sólo por la avidez de lucro particular de los negociadores, o sea, de los políticos.
** Si todo lo anterior, nos ubica en el contexto mundial y regional, el próximo capítulo aborda el objetivo fundamental de este libro; volver accesible el debate energético a todos los interesados, y en particular presentar cuáles son las Políticas de Estado más convenientes en materia energética para el Paraguay. Dentro de ese objetivo fundamental el núcleo del problema es la recuperación de la soberanía hidroeléctrica nacional.
** Su razonamiento es contundente. "La humanidad ya nunca dispondrá de energía tan barata como la que tuvo en el siglo XX, por consiguiente, las energías, renovables o no, que también son baratas, como la energía hidroeléctrica ya aprovechada (la energía de Itaipú y Yacyretá), serán cada vez más valiosas".
** De ser así, el Paraguay podría dar un salto cualitativo en calidad de vida desarrollando una política energética acorde a sus intereses y necesidades, "salvo que exista todo un plan de despojo de estos beneficios, como es lo que ocurre lamentablemente".
** Nos advierte Canese que Brasil y Argentina son importadores netos de gas natural (GN) y electricidad, razón por la cual esto debe tenerse muy en cuenta a la hora de elaborar Políticas de Estado en materia energética. No hay porqué regalarle a Brasil energía a un valor mucho menor al del mercado, lo mismo ocurre con Argentina, obligada hoy a importar grandes cantidad de GN y a mayor precio que el que lo venía haciendo, de Bolivia. Es así obvio que "el Paraguay debe reivindicar un precio justo por su energía hidroeléctrica, tal como Bolivia está alcanzando en relación a su gas (si bien aún por debajo de los precios de mercado)".
** Pensando con la lógica del bien común hay muchos sin sentidos que hacen que estemos como estamos. Siendo un país pródigo en producción de alimentos estamos exportando forraje e importando hasta tallarines, estando sobre el acuífero Guaraní, tenemos una de las menores coberturas de agua potable en América Latina y casi no existe el riego agrícola, produciendo energía eléctrica como producimos, importamos hasta US$ 800 millones de combustibles fósiles al año. Con este cúmulo de insensateces tenemos nomás que ser pobres y mendicantes, no queda otra.
** Canese, agrega más sin sentidos a esta lista en el campo energético, es curioso dice él, que teniendo a Petropar (una empresa pública paraguaya), una empresa brasileña estatal (Petrobras) pueda distribuir y comercializar derivados de petróleo pero Petropar no pueda.
** Es llamativo que estemos comprando derivados de petróleo a multinacionales a un elevado precio y no se concrete el crédito blando con Venezuela para la compra a ese país, dice Canese. Para él, "la regulación por la vía de la intervención del Estado, a través de la empresa estatal especializada en el ramo, es una de las mejores opciones a fin de evitar el abuso de los oligopolios, como ha ocurrido en los últimos años". Lo mismo ocurre con un acuerdo entre PETROPAR y PDVSA para la prospección y exploración de hidrocarburos, ¿porqué no se firma, siendo como es el camino correcto para saltarse el cerco de los oligopolios petroleros multinacionales?
** Habla de la conveniencia para nuestro país de resucitar URUPABOL, la unión de los tres países menores de la región para equilibrar en algo las asimetrías que hay en el MERCOSUR. Dos países mediterráneos con excedentes energéticos con otro con costa al mar.
** Lamenta también, implícitamente los conatos de privatización, tercerización o capitalización de la ANDE, empresa pública sin fines de lucro que debería seguir generando, transmitiendo, distribuyendo y comercializando energía eléctrica barata y confiable
** En fin, se lamenta el autor (y muchos de nosotros que si no por especialización, al menos por patriotismo también percibimos) que pese a la enorme importancia de la hidroelectricidad en el Paraguay, se carece hasta ahora de Políticas de Estado al respecto.
** Después de un exhaustivo análisis de la matriz energética paraguaya en el capítulo 3, el autor entra de lleno en el objetivo principal del libro, enumerando y detallando los que debieran ser los ejes de una Política de Estado en materia energética.
** En resumidas cuentas, tanto por razones históricas, como por una elemental concepción de la soberanía y por razones de equidad y justicia, nos dice Canese que el país debe reivindicar la soberanía hidroeléctrica, debe trazar e insertarse en una alianza estratégica entre los exportadores de energía de la región, considera que el servicio público de electricidad debe estar orientado a un paradigma productivo y de mejoramiento de la calidad de vida, que evite el derroche, debe asegurarse el abastecimiento seguro de hidrocarburos en condiciones beneficiosas para el pueblo y propugna por un modelo energético que combine diversas fuentes, principalmente renovables de suministro.
** Impecable. No caben contra argumentaciones. Ricardo Canese y los que adherimos a estos planteamientos tienen -tenemos- en mente el interés nacional. Se trata del futuro de nuestro país el que está en juego en los próximos años y décadas que estarán cargadas de turbulencia.
** Cuando uno toma en cuenta que hoy día el 19% de la energía producida en el planeta se gasta en agricultura y con ello, en alimentos, la preocupación de hoy por garantizar un abastecimiento energético no es una preocupación minúscula. Cuando el PIB nacional podría aumentar un 25% haciendo una tímida renegociación de la expoliación a que sometieron al país los malos gobiernos y los países “socios” en los emprendimientos hidroeléctricos. Cuando se piensa en Clave estratégica, la cuestión energética es una cuestión nacional. Desatenderla sólo puede ser propio de quienes están dispuestos a vender, alquilar o hipotecar al país por sumisión o avaricia. - TOMÁS PALAU (2)
(1) Su ejercicio matemático para mostrar la inviabilidad de la soja como fuente de biocombustible para sustituir a los hidrocarburos es un dechado de humor negro: harían falta 30 millones de kilómetros cuadrados para satisfacer la actual demanda mundial, superficie ésta superior a la superficie total conjunta de Canadá, EE.UU. de América, Brasil y Argentina.
(2) Sociólogo, Profesor de la Universidad Nacional de Asunción, autor de numerosas investigaciones y publicaciones sobre Paraguay.
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ÍNDICE
· Introducción // 1. Trascendencia de la energía en el mundo // 2. La energía en el Paraguay y el MERCOSUR // 3. La matriz energética paraguaya y la ausencia de Políticas de Estado // 4. Ejes de una Política de Estado en materia energética // 5. Conclusiones // Por los derechos del pueblo paraguayo en Itaipú Campaña por la Soberanía Hidroeléctrica // Notas.
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INTRODUCCIÓN
** Cuando en 1983 se publicó el estudio "ITAIPÚ Y LA CUESTIÓN ENERGÉTICA EN EL PARAGUAY" se vivía otro contexto político-el Paraguay estaba bajo la dictadura de Alfredo Stroessner- si bien el momento energético mundial era similar. La crisis energética había comenzado 10 años antes (en octubre de 1973). La energía hidroeléctrica paraguaya -que aún no se generaba en Itaipú- era vista como la principal fuente de desarrollo del país. Gran parte de lo que hemos escrito allí está aún vigente. Poco de lo allí señalado, desgraciadamente, fue tenido en cuenta. No es casualidad, por ello, que nuestro país esté envuelto en un estancamiento económico y social desde hace un cuarto de siglo.
** Los acontecimientos mundiales, regionales y nacionales han confirmado que las ideas que teníamos hace más de 20 años no estaban tan erradas. ¿Quién puede negar hoy la tremenda importancia que tiene la energía en todo el mundo? ¿Quién ignora hoy que la hidroelectricidad paraguaya es cada vez más valiosa, y por la cual pagan poco o nada Brasil y Argentina? ¿Quién deja de ver a los biocombustibles como una de las mejores alternativas para el autoabastecimiento de combustibles líquidos en el Paraguay de hoy?
** En más de 20 años, muchas cosas también han cambiado. Lo han hecho positivamente, reafirmando el convencimiento que teníamos de que nuestra energía hidroeléctrica es la que nos permitirá desarrollarnos sustentablemente y con equidad. Los mercados eléctricos, inexistentes hace un par de décadas, hoy demuestran cuánto vale nuestra hidroelectricidad.
** Este libro tiene, sin embargo, un enfoque diferente al citado libro, publicado hace 2 décadas.
** Entonces buscábamos sentar fundamentos del gran valor de nuestra energía. Por ello recurrimos a abundantes datos técnicos. Hoy existe consenso en relación al inmenso valor de nuestra hidroelectricidad. Por ello, en este libro, trabajamos más sobre las ideas que sobre los datos, a los que recurrimos tan sólo en lo imprescindible. Así, nos interesa debatir y, según la polémica que se suscite, definir cuáles son las Políticas de Estado más convenientes en materia energética para el Paraguay, partiendo ya del consenso que fue creciendo en el mundo, la región y nuestro país.
** El objetivo fundamental de este libro, entonces, es volver accesible el debate energético a todos los interesados, aunque sin perder por ello su rigor, de tal forma a que entre todos podamos adoptar las Políticas de Estado que más nos convengan como Nación.
** Es objetivo del libro crear consensos en torno a cuáles deben ser las líneas estratégicas o maestras en materia de energía de la sociedad paraguaya, independientemente de los cambios de gobierno que se produzcan. Muchas de las Políticas de Estado que proponemos como tales son consensos tácitos de nuestra sociedad, en tanto que otras pueden ser discutibles.
** Porque no todas las Políticas de Estado podrán ser adoptadas por unanimidad, la polémica es también el objetivo de este libro. Se quiere iniciar un debate nacional de cuáles pueden ser las Políticas de Estado en materia energética más convenientes para el Paraguay, sin eludir agrias discusiones, pues a partir de ellas se clarificarán las ideas. No pretendemos, con el fin de llegar a un supuesto consenso, proponer Políticas de Estado insulsas, carentes de contenido. Queremos un acuerdo sustantivo claramente mayoritario, en torno a Políticas de Estado que nos liberen del atraso, aunque ello requiera de una discusión muy intensa.
** Como se dijo, existen Políticas de Estado en las que toda la sociedad paraguaya está de acuerdo. La principal es LA RECUPERACIÓN DE LA SOBERANÍA HIDROELÉCTRICA NACIONAL, la que ningún gobierno, paradojalmente, ha adoptado hasta ahora en forma consecuente como Política de Estado, pese al consenso existente.
** Esta disparidad entre lo que el pueblo opina (la necesidad de recuperar la soberanía hidroeléctrica de Itaipú y Yacyretá) y lo que el gobierno de turno hace, tiene una explicación muy sencilla: nuestras élites gubernamentales canjean en forma perversa la soberanía hidroeléctrica nacional a cambio de negociados y apoyos políticos suministrados por las élites dominantes de nuestros vecinos más poderosos.
** Es lo que ocurría también en Panamá durante la primera parte del siglo XX, cuando los gobiernos panameños de turno eran fieles defensores de la pérdida de la soberanía panameña sobre su Canal a manos de los EE.UU. de América, a cambio del apoyo de este poderoso país, en tanto que el pueblo opinaba en forma totalmente diferente. Fue el pueblo de Panamá el que finalmente consiguió cambiar de opinión a sus gobernantes y éstos, con el apoyo popular, supieron recuperar la soberanía perdida sobre el Canal, con una hábil negociación en 1977 (tratado Torrijos-Carter), gracias a décadas de lucha ciudadana. Hoy Panamá dispone en forma enteramente soberana de su Canal y se apresta a ampliarlo, para acrecentar sus beneficios.
** Si queremos recuperar nuestra soberanía hidroeléctrica, así como implantar otras Políticas de Estado en materia energética que sean favorables a un desarrollo sustentable y equitativo de nuestro país, vamos a necesitar también muchos años de lucha, como protagonizó con éxito el pueblo panameño. A no dudarlo.
** En tal sentido, este análisis busca aportar fundamentos precisos de los derechos que tiene el pueblo paraguayo para recuperar y ejercer su soberanía hidroeléctrica, lo más importante que tenemos en materia de intereses soberanos. También se aportan elementos para otras Políticas de Estado en otros campos de la energía, complementarias con la primera.
** Afirmamos que es posible un desarrollo sustentable con equidad en el Paraguay. Este libro lo demuestra. Pero, para ello, debemos comenzar interiorizándonos de cuáles son nuestros derechos, cuáles son las Políticas de Estado en materia energética que más nos convienen y, a partir de allí, trazar una clara estrategia de firme lucha pacífica y democrática, para recuperar lo que es nuestro y nos fue injustamente despojado. Más pronto que tarde, la justicia y la equidad terminarán por imponerse.
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CONCLUSIONES
** La energía es una cuestión de creciente trascendencia en todo el mundo. Es lo más importante que tiene el Paraguay y sin embargo no se están implementando Políticas de Estado convenientes. No es casual, por ello, que el país esté sumido en el desempleo, el estancamiento económico (desde hace un cuarto de siglo) y la destrucción de la naturaleza.
** Esta situación debe cambiar. Hay condiciones objetivas que permitirán que la situación cambie. Para ello, es imprescindible que adoptemos Políticas de Estado en materia energética que generen un desarrollo sustentable con equidad.
** En tal sentido, recuperar la soberanía hidroeléctrica, con todo lo que ello implica, es la tarea más importante. Si Panamá y Bolivia consiguieron recuperar su soberanía en cuanto a su Canal y Gas Natural, respectivamente, ¿por qué el Paraguay no podría recuperar su soberanía hidroeléctrica de Itaipú y Yacyretá? Allí está la clave de nuestro desarrollo.
** También es fundamental tener Políticas de Estado para el servicio eléctrico, los hidrocarburos y los biocombustibles, buscando apoyar a la producción, la equidad social y evitar el despilfarro energético.
** ¿Es muy ambicioso lo que se propone? Aparentemente, sí. Pero, si se tiene en cuenta que naciones de menor población y superficie, como Panamá, enfrentaron desafíos con naciones más poderosas, como los EE.UU. de América -o más recientemente Bolivia con relación a los hidrocarburos- y tuvieron éxito en sus reclamos, estamos seguros que el Paraguay, mediante una activa participación de todo el pueblo, puede recuperar también su soberanía hidroeléctrica y tener Políticas de Estado que ayuden al desarrollo sustentable de toda la Nación.

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